Tiempo de lectura de «La Presentación Perfecta»: 6 min.
Recientemente he descubierto el mundo de la oratoria y el poder que tiene en el mundo empresarial. El primer libro con el que me he hecho es “Haz que te Escuchen y Triunfa con tus Ideas” de S. Lora. Es un libro altamente recomendable si queréis iniciaros en la materia.
Lora nos habla de un método para realizar la presentación perfecta mediante 11 pasos. Como todo en esta vida, una presentación se puede planificar o improvisar. Está demostrado que con planificación ¡a la larga todo sale mejor!
El método [1] consiste en:
1.- ¡Comienza la preparación de inmediato! ¡Como si tu vida dependiese de ello!
Generalmente solemos dejar las presentaciones para el último momento restándoles importancia. Si nos dicen: dentro de 2 semanas tenemos que realizar una presentación para un cliente, seguramente nos limitemos a realizar 2 días antes, en el mejor de los casos, una presentación en PowerPoint e improvisaremos su “lectura” sobre la marcha.
Esto es un gran error, pues lo idóneo sería ponernos de inmediato para no dejar que el tiempo nos gane la batalla y asegurar el mejor resultado posible. Debemos subdividir la preparación en los siguientes pasos, centrándonos en cada uno por separado. Para ello, podemos emplear la Técnica del Pomodoro (llamada así por la forma de tomate de algunos temporizadores de cocina). Esta consiste en su forma más básica en usar un temporizador para dividir el tiempo de trabajo en intervalos fijos, llamados pomodoros, de 25 minutos de actividad, seguidos de 5 minutos de descanso. !La presentación perfecta se construye con pequeños pasos!

2.- ¡Márcate un objetivo!
No pierdas nunca de vista la meta que quieres alcanzar y, siempre que tengas dudas, ¡visualízala! Para establecerla pregúntate simplemente: ¿qué quieres conseguir de tu audiencia tras la presentación?
3.– ¡Haz de detective privado investigando a tu público!
Al igual que ocurre en Ventas, la gente no quiere que le hables de tu producto, ¡quiere que le hables de cómo solucionar sus problemas! Así debemos definir un buyer persona (un arquetipo de cliente) de la audiencia para saber cómo debemos trasmitir nuestras ideas y así, hablar el “mismo lenguaje”.
4.– ¡Define el mensaje principal!
Este ejercicio me encanta, es el elevator pitch de nuestra presentación. Trasmitamos el mensaje de una presentación de 10, 20 o 30 minutos en solo ¡15 segundos! Definido este mensaje, tenemos que tener claro que todo lo que hagamos en nuestra presentación debe ir enfocado a reforzar su recuerdo en la audiencia.
5.– ¡Lluvia de ideas sí, pero con paraguas!
¡Cantemos bajo la lluvia! Es uno de los puntos más importantes ya que, a mejores ideas, mejores presentaciones. La clave está en generar muchas ideas, apuntarlas y hacerlo con el suficiente tiempo para que puedan surgir en cualquier lugar (p. ej. conduciendo, haciendo deporte, cocinando, etc.).
Una vez que tengamos nuestra lista de ideas es el momento de pasarles las tijeras de podar, ¡sin remordimientos! Una idea puede ser muy buena y novedosa, pero si no aporta claridad y comprensión a tu mensaje principal, ¡mejor que deje espacio a las demás!

6.– ¡Estructura tus ideas!
Es hora de que el “loco” que llenó el cuaderno de ideas, deje paso al “arquitecto”. Debemos dar a nuestras ideas una estructura sólida que forme la presentación. Seguir la estructura introducción, cuerpo y cierre es fundamental. Además, deberíamos distribuir a su vez el cuerpo en tres bloques (A, B y C). Tres es el número clave, los tres reyes magos, los tres mosqueteros o los tres tristes tigres.
7.– ¡Enamora a tu audiencia!
¡Vistamos a la mona de seda! Hagamos interesantes nuestras ideas evocando a la lógica y a la emoción de nuestros oyentes. La mejor manera de hacerlo es mediante los ejemplos y el storytelling. Se trata de que la audiencia pueda sentir de una manera u otra lo que le estamos trasmitiendo. Esto hará que la presentación sea más amena y, sobre todo, que se pueda recordar. !La presentación perfecta empieza a cobrar forma!
8.- ¡¡¡¡BOOOOM!!!! ¡Capta la atención!
Debemos captar la atención en todo momento. En la introducción, planteando un problema y prometiendo su solución. En el cuerpo, haciendo énfasis en cada beneficio que aportes. Y lo más importante, en el cierre diciendo exactamente a tu público lo que tiene que hacer para que todo lo expuesto tenga sentido. Como muchos conoceréis, la estructura AIDA (Atención, Interés, Deseo y Acción) es una herramienta muy potente.

9.- ¡Alto! ¡Control de alcoholemia!
Seguramente, llegados a este punto estemos muy lanzados, y no es para menos después del gran trabajo que hemos hecho. Pero debemos parar el carro y ver que todo lo que hemos hecho hasta ahora cumple con la finalidad de alcanzar nuestro objetivo. Si no es así, lo mejor es rectificar a tiempo como “los sabios”.
10.– ¡Una imagen vale más que mil palabras!
Ya estamos en condiciones de hacer el “PowerPoint” que como pollo sin cabeza queríamos hacer la tarde antes de la presentación. Ahora, creedme que las diapositivas saldrán casi solas y serán lo que desde el principio deberían haber sido, un apoyo visual a tus palabras.
11.- ¡Ensaya, ensaya y ensaya!
Es muy recomendable que memoricemos la estructura y que ensayemos la interpretación (como si de un actor de cine se tratase) de la introducción y el cierre. Se trata de que a la hora de realizar la presentación todo fluya y de que en caso de que nos quedemos en blanco, nos tiemble la voz o el cuerpo, podamos salir cuanto antes de esos estados.
Como hemos podido ver, este método es un mapa de ruta a seguir. Una pequeña ayuda para alcanzar nuestras metas. Hay muchísimo escrito sobre esta materia y es un campo que no deja de avanzar. Os recomiendo que leáis el libro de Lora y que sigáis a muchos de los profesionales que les apasiona el campo como a Santiago Amador en TikTok.
¡A por ello!
[1] Haz que te Escuchen y Triunfa con tus Ideas. S. Lora. Amazon 2018. https://www.amazon.es/Haz-que-escuchen-triunfa-ideas-ebook/dp/B07L18BMLD